De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Alguna vez te ha pasado: estás leyendo o escribiendo un artículo aquí, te dan ganas de cagar (hasta aquí todo bien), pero cuando acabas y suspiras de alivio, te das cuenta de que no tienes un solo pedazo de papel, gritando un gran ¡¡NOOOOO!!... Pues si ha sido así, descuida: en esta guía te mostraremos como lidiar con ese problema de manera eficaz y segura.
Aquí están enlistados los materiales que puedes utilizar en una situación de emergencia y cuál debesusar antes (más adelante daremos detalles de cada uno):
Una vez que te has dado cuenta que no tienes papel, el primer paso, esencial para tu supervivencia, es tratar de doblar numerosas veces el tubo del papel para darle una consitencia de lija suave y así salir del problema. Cabe destacar que si pudiste salir airoso usando sólo este elemento eres MUY afortunado, pero de todos modos es mejor prevenir a lamentar. Imagina que ligas. Imagina que te la llevas al coche. Imagina que te quitas los gayumbos... A ninguna mujer, por muy enferma que esté y muy desesperada que se encuentre, le pone ver un calzoncillo con la anchoa pegada.
En caso de que también este ausente el tubo del rollo del papel, se tendrá que sacrificar por lo menos una hoja de la revista que se este leyendo (lástima, tendrás que arrancar una hoja de tu preciosa colección de pr0n), por lo general este método es mas efectivo que el anterior, pero es más doloroso, al menos psicológicamente hablando). Intenta no elegir la portada (más rígida y por lo tanto más propensa a arrancarte las almorranas de golpe), las páginas centrales (a no ser que quieras un precioso piercing-grapa anal) ni aquéllas que estén más grumosillas ("rasca, mamá").
Pero si lo que quieres es que el culo no te duela como si te hubieran hecho un goatse, lo más recomendable es un calcetín, que es mucho mas suave que los anteriores utensilios. Sin embargo, se aconseja tirarlo tras su uso. Para ello, nada mejor que usar el bujero negro o la cisterna (a menos que quieras que alguien vea tu calcetín lleno de mierda en el cesto de basura).
Sólo en casos extremos, cuando se está enfermo y con una cagalera apocalíptica, se pueden usar las cortinas del baño como refuerzo extra, incluso si se usaron los 3 anteriores. Además, como la cortina es de unos 3 metros cuadrados, es casi imposible usarla toda, por lo que es una buena opción si se tiene tal cagalera y no hay papel. Advertencia, este paso no sirve en baños públicos.
Recurrir a las etiquetas de los champú sería cojonudo de no ser porque últimamente no llevan etiqueta -va todo impreso en el bote o todas las etiquetas son plásticas y te dejarían el ojete como cuando Sauron perdió la lentilla en una fiesta de la espuma. En el mejor de los casos, serán de papel y estarán mojadas y llenas de restos de champú que hará que se te trempen las hemorroides. En ese caso, puedes buscar otras cosas por el baño: prospectos de medicinas, instrucciones de uso de los tampones, de cremas...
Y ya que hablamos de tampones, otra buena opción es desenrollar un tampax y limpiarte el culo con él. Además, es muy divertido tirarlo al váter y ver cómo se hincha.
Como último recurso, te toca limpiarte a lo moraco con la mano y luego lavártela... con un poco de suerte, nadie te dará la mano. Y con mucha suerte, no será tu futuro suegro.
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